architectonica nobilis

 

 

Architectonica Nobilis

el noble arte de construir / the noble art of building

 

 

Hacia una arquitectura natural en la era de la máquina

En una colina desnuda de vegetación que mira a Bahía Hondita, en la desértica península de la Guajira, con una elegancia y belleza que nace de su sencillez, se levanta una estructura de 4 gruesos horcones de troncos retorcidos de trupillo y sobre ellos un enorme arrume de las ramas de los mismos árboles. La enramada cumple perfectamente su propósito de proveer de sombra y soporte a las hamacas de los wayuú que visitan a sus ancestros y familiares que yacen en el cercano cementerio. A pocos kilómetros de allí, a la orilla de la playa de conchas en el fondo de la bahía, una pequeña ranchería presenta unos hermosos muros de bahareque elaborados  de un tejido de ramas de trupillo recubierto de barro  e infinidad de conchas de diversos tamaños y colores, y con una cubierta de troncos secos de cactus que tamiza la fuerte luz del desierto y permite el paso de la briza que traen los vientos alisios.

En un claro en lo profundo de la selva del Vaupés un elaborado tejido de hojas de palma de caraná conforma la enorme cubierta de una maloca que da cobijo a una pequeña comunidad. Construida en su totalidad con materiales locales, maderas seleccionadas, bejucos para los amarres, hojas y madera de palma para el tejado, y con una altura que puede superar los nueve metros, la maloca es la respuesta perfecta a un medio cálido y húmedo. Todas estas arquitecturas, aparentemente elementales, responden a las condiciones del lugar con una economía de la mesura, sin excesos y tomando lo que está a la mano -solo lo necesario- para crear los espacios deseados. Finos ejemplos de una arquitectura sostenible.

La arquitectura vernácula es la materialización de una sabiduría antigua, destilado del conocimiento que los pueblos han acumulado de su entorno, del clima y de la oferta de materiales del lugar. Estas arquitecturas anónimas son la síntesis de la experiencia de generaciones de constructores empíricos y un ejercicio continuo de creatividad aplicada.

Piedras, cantos rodados, barro, arena, hojas, ramas, tallos, troncos, raíces, cortezas, bejucos, encordados de fibras vegetales, son la sustancia de estas construcciones.  Sembrar, cosechar, recoger, cavar, secar, rasgar, tejer, amarrar, envolver, insertar, labrar, clavar, tallar, empastar, pulir, enlucir, son algunos de los verbos del arcaico oficio de construir. Sustancia y verbo de la estética de lo natural, el eterno encanto de lo orgánico y lo matérico.

En la era de la máquina, la industria de la construcción contribuye en gran medida al impacto sobre el medio ambiente.  Al dignificar las prácticas constructivas tradicionales, al reconocer sus bondades tecnológicas, ambientales y económicas, al apreciar sus valores estéticos, la arquitectura vernácula se ofrece como una rica fuente de alternativas en este laboratorio permanente que es la conformación de una arquitectura verdaderamente sostenible, respetuosa y responsable con la naturaleza de la que somos parte, y con las condiciones sociales y culturales de los habitantes de los espacios construidos. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

arquitectura para el mas allá/ architecture for the beyond